Pilar San Martín, Emelina Grandón, Verónica Fuentes y Nieve Molina, son las cuatro mujeres que hace ya más de 8 años dejaron su rol de dueña de casa para tomar el camino, no exento de dificultades, del emprendimiento, dando vida a los Productos Artesanales Pangue.
Corría el año 2003, cuando las entonces usuarias de Prodesal, aceptaron el desafío de constituirse como una organización productiva, y más tarde como sociedad anónima, destinada a la elaboración y comercialización de productos artesanales; desafío que se vio coronado dicho año con la aprobación de un Proyecto INDAP que financió equipamiento y utensilios, y otro, Prodesal, destinado a la capacitación. El esfuerzo se coronó con la adjudicación de un proyecto INNOVA Biobío que les permitió construir su sala de ventas, la que se alza como una oportunidad para los turistas sibaritas que recorren el Valle del Itata, ubicado a 4 kilómetros al sur poniente de Ninhue urbano.
Dentro de su oferta artesanal destacan la línea de mermeladas, donde cuentan con 13 sabores, como naranja, arándanos, rosa mosqueta, brevas con nueces y papaya; la línea de conservas, donde se lucen con castañas en almíbar, membrillo, cerezas; y las pastas, donde destacan la pasa de ají, ajo, y ajo con champiñón.
Las mermeladas y conservas vienen en envases de 500 y 800 gramos, mientras las pastas, en envases de 115 y 150 gramos.
“Empezamos de cero, lidiando con una cultura machista y debiendo invertir años tiempo, esfuerzo y dinero, para ver resultados, posicionarse en el mercado y empezar a generar utilidades”, indicó la Presidenta de Productos Pangue, Verónica Fuentes.
Al inicio la comercialización se realizó puerta a puerta, tanto a nivel de viviendas como de instituciones; luego el fuerte de las ventas provino directamente del local habilitado para dichos fines, y más tarde, se arriesgaron a participar en ferias productivas, y finalmente, ubicando sus productos en tiendas de souvenir en diversas comunas de la región y el país.
En diciembre recién pasado participaron de la Expo Mundo Rural realizada en Santiago; en abril, se dieron cita en la Expo Biobío, en Concepción; y sus productos hoy se destinan a la reventa en la tienda de Isabel Rojas en Providencia; en Filetto, en San Pedro de la Paz; entre otros espacios.
El año recién pasado se adjudicaron un proyecto al Fondo de Innovación Agraria FIA, destinado al marketing agroalimentario y asesorado por el Centro de Gestión Empresarial de Ñuble, que les permitió participar del plan “Sabores de Ñuble”, que hoy luce su oferta en diversas piezas gráficas e informativas que son distribuidas a la población.
Reconocen como sus mayores logros la inclusión en el competitivo mercado regional y la continuidad y mantención de la empresa en el tiempo; y se fijan entre sus desafíos la inserción de sus productos a nivel nacional; la generación de empleos, delegando responsabilidades y dejando de ser exclusivamente productoras, para transformarse en gestionadoras de oportunidades; y el incentivar el nacimiento de otros emprendedores en la comuna.